¡¡Fiesta!!

Veía el cielo desde el suelo, dejándose arrastrar por la albina que llevaba limpiando el suelo con él desde la cuarta división hasta allí. La sub capitana lo dejó caer bruscamente mirándolo desde arriba con una sonrisa. Le devolvió la sonrisa y se incorporó sacudiendose el haori en un vano intento de quitarse la desproporcionada cantidad de polvo, tierra y vete a saber tu que otras cosas que llevaba encima. miró el lugar donde se habían detenedo; era un famoso bar del distrito 1 del Rukongai Sur, conocido por el buen sake que servían, la comida italiana que hacía el chef y lo frecuentado que era por los shinigamis. Sonrío.

-Con que a esto te dedicas cuando no estás pateando culos, ehh. - dijo burlón. -Seguro que ya eres amiga de los camareros para que te hagan un descuento. - finalizó soltando una risilla.

Se recostó en una de las paredes de la entrada del bar, viendo ciudadanos pasar, que o bien los ignoraban o los miraban con extrañeza por el curioso contraste que la albina y su díscipulo formaban. Sonrío al darse cuenta de cuánto habían cambiado las cosas para él y para todos. Algunos shinigamis que no conocia, o bien por ser de bajo rango o porque su función era dedicarse únicamente a tareas rutinarias, los saludaban con una discreta inclinación de cabeza y después marchaban todo lo rápido que podian.

Suspiró aburrido de esperar.

-Tardan mucho... - se quejó con voz infantil, con ambos brazos detrás de la cabeza y con los labios en forma de 3 formando un cuiroso puchero.

Rukia y Danjuro habían sido los únicos de sus amigos que habían confirmado que vendrían a celebrar con ellos y quizá con un poco de suerte alguien más se dejaba caer por ahí y se únia a la juerga.

Sonrío con inocencia, esperando ver aparecer a sus amigos.

ME lleve a rastras a Mizumachi con una sonrisa, tenia un hambre atroz, jijiji, iva a comer hasta reventar,oh si, hasta reventar casi jijiji, iba salivando solo en pensar en todas las cosas ricas que comeria, ñam.

Entre en un local cerca del seretei, en 1 barrio al sud, yt tal cual entre, el dueño del establecimiento, me reconocio, Mario Fiillibuchi, un cocinero italiano muy bueno:

-MAmma mia, es la bambinna bruta- me dijo mientras se acrcaba alzando los brazos en señal de abrazo

-Hola mario, venimos a celebrar jijiji - dije con una sonrisa mientras señalaba a Mizumachi que hacia extraños pucheros- una mesa grande, vengo con mucha hambre !!!

nos conducieron a una mesa de banquete de 10 personas, todos los shinigamis alli y las almas plus nos miraban extrañados, me sente dejando a chi no kiba a mi lado tranquilamente cuando mario me miro con un brilolo en los ojos, que desafio me tendra preparado hoy....

-Nyaaaa......- dije mirando a mizumachi con una sonrisa, - mañana empezaremos tu entrenamiento, hoy toca disfrutar fiesta!

"solo será un par de horas, no hace daño, es bueno convivir con los colegas, no todo siempre debe ser trabajo y modales, o que? quieres ser como nii-sama?"

eso iba pensando la pelinegra mientras sus piernas la llevaban a uno de los bar/ restaurantes de Rukongai, de los mejores distritos ha de admitir, pero habia tantyo en su cabeza, tanto en que pensar, que le costaba trabajo relajarse y disfrutar el dia.

Entró despacio abriendo la puerta, la verdad nunca habia sido buena para esta clase de reuniones, en todas las otras, eran mas formales, reunirse como colegas pero sin dejarbde lado su puesto, y esta vez era todo lo contrario. Solo ´esperaba que La Rukia Kuchiki que dejaria mostrar hoy, fuera de su agrado.

Alzo la mirada y noto en primera instancia a la jóven albina - Hola, buenas tardes - saludo a ambos ocupantes de la gran mesa

Siguió a Mina hasta el interior del local con ambos brazos detrás de la cabeza y con un andar casi tan despreocupado como su cara, explorando el lugar con la mirada. Aunque hubiera estado allí incontables veces de juerga con sus amigos, entraba demasiado distraido y salía demasiado borracho para fijarse en el local.

Mario, el cocinero, saludó efusivamente a la alvina y esta le anunció la fiesta que tenían pensado montar y después lo señaló a él con el pulgar. El rubio estaba demasiado distraido mirando disimuladamente a un grupo de mujeres que creía que eran de la segunda división. pero fue sacado de sus divagaciones por la albina que lov volvía a arrastrar por el cuello del haori hasta una mesa enorme en la que cabían por lo menos diez personas. Sonrío tontamente ante aquello.

Despues de tomar asiento y de atraer la atención de todo ser vivo en el local, vio como el cocinero miraba de una forma que no le agradó en absoluto a la albina. Si el hombre hubiera sido el típico cocinero bajito y fofo, al que la papada le impedía mover el cuello le hubiera sido completamente indiferente las miraditas que le lanzase pero no; era alto -aunque no más que el rubio, el que se enorgullecía de no haber conocido hasta el momento a alguien más alto que él- moreno, de ojos verdes y piel lijeramente tostada lo que le daba un aire "misterioso", era atento y con sentido del humor y le gustaba cazar mujeres saludando en italiano.

El rubio miraba la escena con creíble indiferencia, pero acariciando el mango de Kyoshin discretamente bajo la mesa para después dejarla descansar a su lado y poner ambos brazos detrás de la cabeza. Escuchó una conocida voz saludar trás de él. Echó la cabeza para atrás, mirandola del revés y sonriendo ampliamente.

-¡Rukia! - exclamó feliz. -Unete a nosotros. - finalizó alegre, viendo a la sub capitana tomar asiento al lado de Mina.

Escuchó a la albina anuciar acompañada de un sonrisa que su entrenamiento empezaría mañana.

-¡Genial! - sonrío radiante, poniendo un pie sobre la mesa y haciendo girar el haori sobre sus cabezas, atrayendo las miradas de todos en el local, que si bien, los hombres lo miraban de forma despectiva, algunas de las mujeres se sonrojaron levemente, mirando de soslayo el bien formado abdomen del hombre.

Me quede sonriendo mientras maro se dirigia a la cocina. Mizumachi sonreia conmigo mientras las chicas suspiraban a su paso, todas las mujeres miraban a mizumachi con ojos deseosos de poseer su cuyerpo entre sus brazos, si bien mizumachi tenia un cuerpo bonito, pero eso no le ayuda en la batalla...

Observe por los gestos cun su zampakutoh, que algo le ponia nervioso, asi que le di un coscorron:

-Eoh......esto es una fiesta.....no pasa nada jiji....-dije tontamente

Entonces un reiatsu bastante superior a la media aparecio, y entro al local., vaya era ruki a chappy-chan! la subcapitana del 13 escuadron creo que era...creo que alñguna vez hable con ella...creo....no se no me acuerdo,...

-Eyyyyyyyyyyaaaaaaaa!- dije mientras saludaba a rukia moviendo un brazo de un lado hacia otro.

Entonces mizumachi se quito el haori, quedandose enseñando cuerpo, lo cual algunos hombres se levantaron y algunas mujeres se sonrojaron, y empezo a mover su haori en circulos encima de su cabeza, al ver tal muestra de festividad y que de los animos se estaban caldeandose , sonrei, mientras me preparaba a entrar en cualkquier refriega de bar

con una gotiota de sudor resbalandole por la cabeza, solo solto una pequeña risita nerviosa al momento que tomaba asiento

de verdad era sorprendente como la gran mayorìa de sus colegas cambiaba tan drasticamente de estar en servicio a un momento con gente normal

Un mesewro se le acercó con gesto gentil a pesar de el acto que Mizumachi hacia .

- gusta algo de tomar señorita? -
- ammm, este...- volteo a ver la mesa para evr si alguien ya habia ordenado algo, peor al aprecer esto apenas empezaba - no gracis por ahora todo esta bien - el mesewro se retiro

volteo a ver a mina y a Kengo, aun sonriendoles algo nevriosa - y...a quien mas esperamos?, que vamos a pedir? - se notaba que la joven kuchiki no estaba acostumbrada a reuniones como esas a pesar de que Renji siempre andaba de paseo en algun bar con Matsumoto

Mina lo miró y le dio un coscorron. Sonrío, correspondiendo la sonrisa de la mujer albina. Había leído a través de su actitud indiferente encontrándose con un deje de molestia y preocupacion, algo que si bien le impresionó también lo alegró tontamente.

Al entrar Rukia en el bar, la sub capitana de la décimo primera la saludó efusivamente y se sentaron. Un camarero se acercó a la mesa cuando Mario se retiró a la cocina y ante la negativa por parte de la peli negra para pedir algo el se adelantó.

.¡Venga! - dijo animado. -Una ronda de sake, el que primero caiga borracho paga la cuenta. - finalizó sonriendo, pensando que el ganador debía tener un premio tambien. Puso una cara de duda exagerada. -El que quede segundo... se reíra a costa del perdedor y el ganador se reirá a costa de los demás. - finalizó sonriente, como si lo que hubiera dicho fuera lo más obvio del mundo -que hasta cierto punto lo era-

Miró a ambas mujeres y sonrío. Tenía gracia, él, su actual sub capitana y sensei y su ex-sub capitana, juntos en un bar bebiendo y divirtiendose como reclutas recién llegados. Sin problemas, sin batallas, sin papeleo ni preocupaciones, siendo simplemente lo que en su momento debieron haber sido; personas.

No era un secreto para él que Rukia no estaba acostumbrada a salir de fiesta o que Mina quería montar barullo para darle de palos a alguien y justamente eso sería lo que lo haría todo más interesante.

Observe con una gran sonrisa como rukia se sentaba, mejor mejor mas que celebrar, desde siempre rukia, apodada por muchos la princesita mimada del clan kuckichi, pero probablemente ella podria patearle el trasero a todos jijijijijiji....bueno, desde siempre ha sido algo....algo....algo....rara si rara eso , nunca a congeniado bien con los demas, podria ser porque biene del clan kuckichi uno de los clanes mandamases, o porque no lo se , sinceramente tampoco me importa mucho mucho .

-Hey ruki-ruki- dije con una calida sonrisa- cuanto tiempo, com...

entonces note como un escalofrio, y mire a mario....que benia con un brillito en los ojos y una bandeja humeante.

Violentamente solto la enorme bandeja delante mio, ese olor...ese olor...babeaba solo de olerlo....

cuano Mario abrio la bandeja una bocanada de el olor mas delicioso inundo mis fosas nasales, dejando ver una montaña de fideos llena de albondigas:

-Eo aqui mi reto bambina mia, 5 kilos de espaguetiini recubierto de salsa de tomate recoccentrato , con albondigas de buey de palermo, una obra maestra de la comida italiani , el reto es el de siempre...si te lo acabas...todo sera gratis...

el restaurante entero me miraba en silencio, hasta que el silencio fue cortado por el rugir de mis tripas, un rugir largo y grueso, parecia un tigre acechando...

una sonrisa se dibujo en mis labios, mientras mantenia la cabeza gacha...a gran velocidad y maestria agarrae el tenedor y...

*lo unico que se puede observar es como mina mueve el brazo a una velocidad vertiginosa, y los espaguetis empiezan a bailar en el aire, en circulos delante de mina, poco a poco los espaguetis van siendo menos y menos, lo que da a entender que mina esta usando la velocidad de estos para sorberlos y asi poder tragar mas y mas, al cabo de 4 minutos asi, no queda ni uno.*

Ahhhhhhhhhh que rico que estaba, me sonrojo de felicidad mientras me acaricio el vientre pero aun...

-quiero mas- digo con una sonrisa a mario, que incredulo y resignado se va con porte derrotado mientras murmura cosas en italiano.

-Que suerte, el festin nos sale gratis jiji- digo a ambos, a rukia y mizumachi.

Antes de que pudiese llamar al camarero, Mario llegó a la mesa con una gran bandeja en ambas manos y que a juzgar por la tensión en los musculos del hombre, debía pesar bastante. La soltó, dejándola caer estrepitosamente sobre la mesa e inmediatamente el olor de aquel plato llegó a las fosas nasales de todos. Miró a Mina, la que casi babeaba mirando aquel plato de espaguetis.

Escuchó como el coninero dijo que, como cada reto, si se acababa todo el plato no tendrían que pagar la cuenta. Se recostó sobre el respaldo de la silla, mirando la escena con indiferencia.

-Parece que hoy la fista nos sale gratias. - le dijo a Rukia, mirandola de soslayo con una amplia sonrisa en los labios.

Todo el restaurante quedó en silencio y miraba con atención a Mina y al plato de comida, esperando ver como la albina devoraba verozmente aquellos espaguetis.
Escuchó un comentario de una chica unas mesas más atrás de la suya:

-Esa tía acabará por arruniar al restaurante. - miró a la albina divertido ¿Cuántas veces habría ido allí a comer gratis?

Y antes de que darse cuanta la bandeja quedó completamente vacía. La menuda mujer se había comido todo aquello como si no fuera con ella.

Escuchó como la albina soltaba un suspiro de satisfacción para después pedir más comida. Mario suspiró resignado mintras marchaba nuevamente hacía la cocina, susurrando -seguramente maldiciones- algo que no pudo llegar a entender, al parecer nunca había podido ganar en ese particular "reto" a la joven sub capitana.
Escuchó a Mina decir que el festin les saldría gratis.

-Eso parece. - respondió sonriente, alegrándose por no tener que soltar ni una mísera moneda.

Desde que vio salir el platiollo de la cocina, sus ojos brillaron asombrados, la boca se le hacia agua, el olor, la imagen la consistencia, todo gritaba COMEME!, ella sólo podía imaginarse su sabor, tubo que tener cuidado a que no se le saliera la baba, pero Mina ya comenzaba a arrazar con la pasta a una velocidad impresionante, Rukia sólo podia quedarse ahi perpleja viendo como esa deliciosa comida desaparecía

- gratis.... - eso era un plus y avivó la actitud de la pleinegra, a quien le importaba el sake si habia comida gratis, todo lo que puedas comer??

agarro de inmediato los cubiertos y despejó su area, preparandose para la siguiente ronda, esta vez Mina no le ganaría

- entonces que empiece la siguiente ronda! - se relamió los labios y casi se le podía ver en su sonrisa los dientes que por alguna razon parecian lucir mas filosos

Observe la reaccion de Ruki ruki san, jajajajjajaa me estaba desafiando? yo tambien agarre mis cubiertos mientras 5 mujeres empezaban a traernos bandejas que olian rico rico rico....

-Comida.....- dije con ansias, mire a mizumachi, parecia estar diivirtiendose , mirando chicas con una sonrisa, y las chicas le miraban se reian ....se sonrojaban.....parecia que mizu-chi era toda una atraccion para el sextor femenino....pero me gusta mas la comida que mizu-chi!

-Mira mira- le dije a ambos señalando a una pared, en ella habian muchas fotos mias con platos acabados, platos muy grandes , eran todos los rretos que habia ganado a Mario - soy famosa jijijiji....

Vio como Rukia miraba hambrienta a Mina, retandola con la mirada en un duelo de comer ¿En que demonios se estaba convirtiendo aquello? Sonrío divertido. Si podían comer todo lo que quisieran y encima gratias, desde luego, el rubio tambén se apuntaba.

-¡Me apunto! - exclamó emocionado, imitando la pose de Rukia, con cubiertos en ambas manos y la misma mirada desesperada por encontrar comida. -¡Comida! - gritaron los tres al únisono.

Enseguida llegaron las camareras, cada una portando una enorme bandeja en las manos, soltandola estrepitosamente frente a cada uno de ellos. El rubio se quedó mirando a las mujeres, de bastante buen ver, tenía que admitir. Ellas le devolvieron la mirada y a su vez sonrojandose ante la vista que tenáin ante ellas. Mizumachi les giñó un ojo causando que el leve sonrojo se convirtiera en un violento rubor. Las mujeres se retiraron rápidamente entre risas y empujoncitos entre ellas. El hombre volvió a mirar a la albina y a la peli negra, sonriente. No recordaba que hubiera camareras tan hermosas en ese lugar.

Mina captó la atención de ambos shinigamis, señalando una pared llena de fotografías enmarcadas, donde en cada una de ellas salía su actual subcapitana derrotando bochornosamente al cocinero en cada uno de sus retos particulares.

Notaba que Mina era de estomago grande y al aprecer sin fondo, a jusgar por las fotografiads de la pared, Kengo se mostraba igualmente entuciasmado, aunque no gastaba ni un segundo en coquetearloe a las meseras, peroe so no era lo que le importaba, o le preocupaba a la pelinegra.

Lo que temia era que la fuean a dejar sin comida, Mina tenia colmillo en esto, y Kengo simplemente era mas grande y largo que ella, era mas facil para él estirar su brazo para agarrar algo mientras que ella, ... bueno mejor no pensar en eso
tomo con mas fuerza los cubiertos cuando la comida estuvo en la mesa y comenzo a comer atrapanto cuanto fideo le cabia en el tenedor.

Se detuvo cuando se lo acerco a la boca, toda esa madeja de fideos no le cabria en la boca, era ahora cuando detestaba su estatura y complexion, pero la comida olia tan rica.

Abrio la boca lo mas que pudo, pero sólo abarcoo la punta de la madeja de fideos, pero ese bocado basto para que se sintiera en los cielos, como le encantaba este tipo de comida, mordia, una y otra y otra y otra hasta que el ultimo fideo fue absorbido por los labos de la oji -violeta, y luego fuepor la segunda madeja

Observe como ruki ruki , empezaba a acaparar con los fideos....vaya....la he subestimado, pero los fideos no eran mi objetivo....observe con codicia el plato fuerte...un cerdo asado encima de una gran fuente de patatas fritas....

No se que hacian eso, pero si alguien se interponia entre esa deidad culinaria y yo perderia algo del cuerpo....

Desenvaine lentamente a chi no kiba....y con ella lance el cerdo por los aires, acto seguido di muchisimos cortes en el cerdo y cayo hecho filetes....envaine a chi no kiba y coji un tenedor:

-AHHHHHHHHH ÑAM!- dije mientras me llevaba unoi de esos deliciosos bocados a la boca, era glorioso....su sabor su textura...su aroma....todo era delicioso.!


-Ricooooo- dije mientras masticaba con una sonrisa.

Vio como las mujeres cogian ventaja, adelantandose a él y empezando a engullir. Sonrío con picardía. Él no se quedaría atrás.
Se inclinó sobre la mesa y valiedose de sus dos metros y pico de altura y de sus largos brazos, abarco toda la comida que pudo y empezó a engullir, acabandose cada uno de los platos que había cogido más rápido de lo que esperaba.

Miró a Mina al acabar su último plato, ella también había acabado y la peli violeta intentaba alcanzarlos. ¿Aquello había sido un empate entre él y la albina? Vio como Mina le sonreía de la forma que solo ella sabía hacer, de esa pecular forma cuando quería la guerra. Sintió un sudor frío bajare por la espalda. Ahora no había quien detuviese el hambre voraz de aquella pequeña mujer.

Pronto trajeron todo lo rápido que pudieron los camareros más y más comida, llenando aquella inmensa mesa de bandejas con exquisitos manjares. Los ojos de Mina chispearon y él sonrío ante aquello, abalanzandose hacía la comida e intentando adelantarse a la mujer.

Segui comiendo, avasallando con todo a mi paso , hasta terminarmelo todo, cuando acabe de comer me di unos golpecitos en la panza y suspire feliz.

-Estaba rico jijiji....-dije felizmente - bueno mizu mizu, tenemos que ir, hoy tienes el dia libre, mañana empezara tu infierno-dije mientras me levantaba y salia por la puerta

*Mina sale de escena*

Spoiler:

Su glotonería fue cortada de raíz cuando escuchó a la albina anunciar que se marchaba, antes de decir que mañana empezarían su entrenamiento pero que por el momento le daba el resto del día libre, seguramente para hacerse a la idea de tener que caminar por el camino del infierno durante mucho tiempo, de la mano del demonio de cabello plateado. Y por muy mal que puediese sonar para alguien con dos dedos de frente, para él aquello era lo mejor que e podría pasar.

Sonrío feliz y pasó por encima de la mesa con un único y ágil salto, aun con un trozo de comida en la boca e intentando alcanzar a la albina, que ya estaba en el marco de la puerta. Pero antes de opder alcanzarla desapareció con un veloz shunpo.
El rubio se detuvo frente al lugar por el que había desaparecido la sub capitana. Y a pesar de estar con el pecho decubierto y con el haori en la mano aún, su mirada era sería y a su vez, extrañada.

Le había parecido raro esa reacción en la albina. Se había marchado del lugar dejando una cantidad inmensa de platos llenos en la mesa, cuando podía seguir comindo durante mucho rato y de forma gratuita, lo que era aún más raro teniendo en cuenta lo que adoraba comer aquella menuda mujer. No hacía falta conocer a Mina para ver lo reservada y reacía que era a relaciones más allá de lo profesional con las demás personas y su afán por ser completamente independiente y no necesitar la compañía de un segundo, pero aún así le había parecido muy extraño. Ella amaba luchar, entrenar y todo lo que tuviese que ver con darse de palos y en cambio lo había dejado allí, dándole extrañamente el resto del día libre cuando él hubiera jurado que se lo llevaría arrastrando hasta cualquiera de los campos de entrenamiento para empezar a torturarlo y prepararlo para el entrenamiento y descontándole a eso el hecho de que se había marchado con un shunpo que si bien podía parecer de lo más normal en un shinigami de alto rango como lo era ella también lo había desconcertado. Los cuarteles de la décimo primera división estaban a un tiro de piedra de allí y ella siempre iba andando a todos sitios, lo que solo le dejaba a entender que queria que no la siguiesen. Se giró sonriendo a la peli negra que miraba todo sentada en la mesa y aún con un trozo de comida en la boca.

-Lo siento Rukia, pero yo también me voy. - le dijo sonriente antes se saltar por la puerta del establecimiento hasta el tejado del edificio de enfrente, para hacer lo mismo hasta llegar al sereitei.

Off: Mizumachi sale de escena.