Donde la Luna no me vea

Nada.... Nada

Sólo el silencio ensordecedor, el viento quizá, moviendo y cambiando las dunas a su placer, chocando sin misericordia contra muros decadentes, vestigios de una civilizacion perdida en el tiempo eterno de Hueco Mundo. Cuanto habia caminado?, cuantos dias habia caminado? no importaba todo se veía igual, menos ella, que sus ropas ya mostraban rasgaduras y una que otra mancha de algo que podria ser considerado sangre, la elegante y pulcra Espada parecia una salvaje, pues nunca detubo su andar nisiquiera cuando deboraba a cuanto Hollow, Adjuca o Menos que se encontraba, sus huellas ya habian sido borradas por alguna tormenta de arena y una no estaba muy lejos de donde estaba. Ella como si nada en medio de todas esas ruinas con la mirada pegada esa imitacion de Luna que se reia sínica de su existencia, una rafaga de viento cocho contra ella, una advertencia de la tormenta que se aproximaba acompañada de un arrullador silencio.

Fenrir flexionó las piernas, sin despegar la mirada de aquel ente blanco y brillante dando un tremendo salto hacia arriba, que dejo un crater en la arena, cada vez mas y mas alto, un impulso más. más alto, más, más.... Estiro el brazo, estaba an cerca....o eso creia, entonces se fue alejando y el suelo arenoso se veia mas cercano.

Un sonido seco y contundente se escucho en las cercanias, claro que no habia nadie para escucharlo, solo se veia una nube de humo elevandose, Kibanja habia chocado con el suelo sin poner resistencia, cayo de lleno, espalda arriba, el rostro hacia el lado derecho, un brazo cerca de su cabeza y el otro extendido, al igual que sus piernas, tenia los ojos abiertos su expresion no decia que hubiera sufridio dolor, de hecho fue como un pequeño pinchazo, sin dejar de sentir todo a su alrededor, el viento, la arena cambiante, los kuros muertos y esa maldita luna burlandose de ella, cerro lentamente los ojos, pareciaera que se estaba acomodando para dormir, y de hecho por primera vez en mucho mucho tiempo, comenzaba a tener el sueño mas pacifico y aterrador que ella pudiera recordar.

La tormenta llego a las ruinas una vez más, causando un aullido deprimente cuando el viento se colaba ppr las esquinas y huecos del lugar, destartalando las gastadas paredes y pilares, al mismo tiempo que poco a poco cubrian a la Primera Espada con sus arenas malditas

Caer....

El cabello azotando en su rostro, sus ropas haciendo ruido contra el viento, sentir la arena cerca, tan cerca, un momento de serenidad en esa caida hacia la nada acompañada de una presensia pesada, tan pesada que la hace caer mas rapido y antes de golpear el suelo...

Abriendo los ojos de súbito, agudizando sus sentidos al ver nada mas que una pared de arena, estaba recostada a lado de una pared marchita pero que aun asi servia como proteccion de la cortante arena, aun asi la arena se habia acumulado en su cupero, su cabello, sus piernas, se incorporo con pereza recargando su espalda contra la pared doblando una pierna y estirando la otra, uno de sus brazos recargados en l a pierna doblada y la otra acariciando su katana, luego alzo lentamente la vista viendo hacia un costado de la pared de arena, el ruido del viento y la arena era fuerte, pero si ponia atencion entre los espacios de viento y montones de arena lo podia ver, su presencia habia siado bien escondida y durante algun momento en aquellos dias de caminata lo podia sentir mas cerca, pero jamas se habia acercado tanto como ahora

- la arena no es tan fuerte para enterrarme - sin estar muy segura si aquellas palabras llegarian al palido arrancar siguio mirando a aquel punto

- porque me seguiste?- esta vez elevo un pco mas la voz, pero sin cambiar de expresion, levanto la vista al cielo esperando ver esa sonrisa brillante en el firmamento nocturno, pero la tormenta era alta y dificultaba su vista...de alguna manera esto la hacia sentir mejor si se pudiera decir asi

Arqueó un ceja al escuchar su voz . Preocupacion...esa palabra es foranea en este mundo, un sentimiento casi irreconosible para los habitantes de Hueco Mundo. Por mas que intentara comprender mejor a Kojiro, éste seguia siendo un misterio en muchos aspectos

"- Molesta realmente saber que lo que te mantenía ocupado ya no esta y el vació vuelve a sentirse y a afectarte... ¿no lo crees? -"

Hasta ese entonces su mirada habia permanecido neutral, pero escuchar eso de Kojiro hizo que juntara ligeramente las cejas, apretando los puños

Tomó un puñado de arena con su mano izquierda, dejando escapar con lentitud la arena blanca y suave, que nunca tocaba el suelo ya que era arrebatado por el viento
- no estoy molesta, es frustracion....tan cerca...y ahora es como si empesaramos de cero...- desvió su mirada hacia la columna de arena que seguia siendo arrastrada por el viento a velocidad cortante

-Mantenerme ocupada?... puedo encontrar algo entretenido que hacer, pero bien sabes que no me gusta hacer cosas sin sentido, perder el tiempo en tonterias... ironico, el tiempo lo tenemos de sobra pero es eso mismo lo que no soporto - se puso de pie sin mucho esfuerzomirando hacia donde se alejaba la tormenta que poco a poco iba terminando, los vientos ya no eran tan cortantes, aun asi su cabello morado revoloteaba en su rostro - y son momentos como estos en los que no quiero tener nada en la cabeza, solo asi puedo mantener mi mente en blanco...hay demasiado- susurro esto ultimo,casi inaudiblemente

*Persefone flotaba silenciosamente entre las antiguas ruinas, habia algo en ese lugar que siempre la atraia, sus mermado ser la impulsaba a ir siempre que fuese posible, pero no sabia el porque , en esas ruinas muertas aparentemente persefone veiala esencia de tiempos pasados y ya olvidados, enterrados en las arenas , el tiempo y el olvido ,

Persefone observaba esas esencias tan familiares de las ruinas, y sabia de alguna manera que ella pertenecia a esas ruinas, observo las grotescas estatuas de grandes hollows del pasado pero habia una que la inquietaba mas que ninguna, la estatua reduida de un gigantesco hollow , de aspecto esqueletico y raeptiliano, con enormes fauces...

Persefone miro a esa estatua, que a la vez la estatua parecia mirarla y se quedoi un buen rato asi....hasta que su pesquisa reconocio a dos esencias que no eran de ese lugar, y eran muy familiares.

Persefone floto hacia la fuente de esas dos esencias, tan similares y diferentes a la suya y se topo con kibanja fenrir y con Kojiro sasaki, les miro fijamente y se aproximo, revelandose con un mugidito de saludo.

Si ya anteriormente el peliblanco habia mostrado ese lado tan peculiar de él, tal vez por eso sólo con Kojiro, Fenrir mostrava estas facetas y a pesra de eso, aun no sabia como denominar esa cercania.

- eso ya lo se - le respondió sin voltear a verlo, sabía que los demás Espadas acatarían las ordenes que ella diera, hasta el momento todos estaba cumpliendo su misión de seguir el rastro de Aizen, ese hombre, ahora que ya no estaba, podría hacer las cosas con rapidez, pero si hubiera sido asi desde el principio, a estas alturas ya estarían a mitad del camino.

Matarse entre ellos, puede ser, aunque no los creería tan idiotas, sin embargo nunca creyó que Aizen los abandonaría de ese modo - Hay demasiado en mi mente y la claridad que buscaba en este lugar, me ayuda a tener mejor mis ideas de lo que haremos apartir de ahora-

Habia mucho que pensar y le frsutraba tener que hacerlo desde cero, pero ahora tenia mejor las nociones de un plan, sabía que Las noches y los Espadas estaban mas vulnerables que nunca, afortunadamente los shinigamis estaban demasiado ocupados restaurando el Mundo Humano para darse cuenta y ninguno de sus compañeros Arrancar habia tenido la genial y estupida idea de darles una visita. Mantenerse unidos era la mejor opcion, bien lo habia dicho la pequeña niña fantasma, pero necesitaban otro gran incentivo para evitar que hicieran lo que les plazca, ella era una lider no una niñera.

- aprecio que sigas al pie del cañon en esto - dijo monotonamente como siemrpe despues de unos minutos de silencio volteando ligermanete para ver a los ojos a su compañero, en alguna parte de su ser parecia algo hilarante, él mostrando preocupacion y ella gratitud? tal vez el Mundo Humano los estaba influenciando demasiado? Volvio a ver hacia donde la tormenta de arena se alejaba, ahora en las Antiguas Ruinas, el suelo era diferente por elc ambio de las dunas, solo pequeñas brisas arenosas vagaban por ahi, Fenrir se sacudió la arena que aun estaba etrapada en su cabello y ropas con la elegancia que le caracteriza a pesar de que toda ella se viera desaliñada

-en donde dejaste a Persefone? - los Ultimos meses ellos dos se habian encargado del cuidado y entrenamiento de la niña, despues de ver su gran potencial y devastador poder, por lo que la Primera Espada, consideró no perder de vista a la pequeña muda. Justo cuando temrmino de decir aquello, como una profeta, comenzo a sntir esa peculir energia que ya era familiar para ella. La pequeña niña venia flotando ysu mugidito no tardo en ser escuchado

- la dejaste sola? - volteó a ver a Kojiro con un ligero tono de acusación, no es que la niña no supiera cuidarse sola, pero en cualquier momento de sentirse abrumada o amenazada podria inconcientemente desatar un infierno y tal vez ni él, ni Fenrir pudieran detenerlo o escapar nuevamente de él.

Al tener a la niña cerca, la ojiverde se agacho para quedar a su nivel - Dando un paseo de nuevo Persefone? - dijo en forma de saludo sinc ambiar su tono de voz y suevisar la expresion de su rostro, siemrpe con la misma mascara inexpresiva

*LA pequeña espada observo a ambos seres, a la fria kibanja y al confuso kojiro, observaba como la energia de kibanja se estancaba, sin tener un lugar fijo donde ir, muy bajo minimos, denotaba la tiedad de los sentimientos de kibanja....durante estos 11 meses persefone observo muy atentamente a kibanja, observo como dia a dia su energia, antes un remolino se estancaba en una constante corriente floja, casi placida...ella no sabia el porque...

Kojiro era un caso mas extraño para persefone, su energia revotaba en reflujos continuos de un lado a otro, como si se carcomiese a si mismo en una agonia sin fin, esto le causabaa persefone una sensacion de tristeza, pues su energia cogio esos cauces despues de que ella quisiese ayudarles, siendo un fracaso absoluto .

Persefone mortecinamente silenciosa asintio a kibanja que se haba puesto a su altura y despues de observar un poco mas a los dos arrancar se arrodillo en la arena del desierto y coloco la mano en ella y moviendola bruscamente dejo las huellas de sus pequeños dedos en la blanca arena, como un zarpazo , despues se quedo un tiempo silenciosa mirando las huella y con su otra mano hizo el mismo movimiento, pero en estilo cruzado, dejando una amrca de dos arañazos cruzados.

Entonces persefone mugio tranquilamente, dando aprovacion a lo que habia hecho y empezo a infundir reiatsu en esa singular marca, de la cual las arenas empezaron a borrar, moviendose poco a poco , y levantandose, creando estructuras en miniatura bastante parecidas a las ruinas, pequeñas torres se alzaban de la arena, compuestas de arena y unidas mediante el reiatsu, pero esas ruinas eran diferentes...estaban completas, como si fuese una miniatura de las ruinas en sus mejores tiempos, entonces persefone dio un manotazo y derrumbo la pequeña y fragil reconstruccion , y estas se volvieron a levantar poco a poco .

Mientras las ruinas se levantaban por segunda vez, persefone miro a kibanja silenciosamente, esperando que la inteligencia de esta pudiese resolver el mensaje de animo que persefone le estaba mandando, pues persefone sabia de la afeccion de kibanja, no sabia los motivos del porque, y sinceramente no le importaban mucho, pero sabia que kibanja estaba frustrada por algo.*

Monstruos

Si eso eran, apesar de su apariencia humanoide, gracias a Persefone les habia quedado bien grabada en la memoria su monstruoso origen, sientieron en carne propia como se debieron sentir sus antiguos alimentos todos esos años cuando luchaban por la supervivencia.

Y la niña no se quedaba atrás, solo bastaba con un vistaso a sus ojos vacios para ver la terrible profundidad de ese avismo desconosido que era Persefone, y tal vez por eso mismo Fenrir no podia evitar sentirse atraida por ese peligro. Vio con aparente desinteres la accion que hacia la pequeña arrancar, el mensaje era bastante claro, al parecer nada tonta la niña, sintió la perturbacion que pasaba por la pelimorada, esa aparente precupacion o como quieran llamarle era algo a lo que no estaba acostumbrada y comenzaba a molestarle de cierta manera, nunca nadie habia demostrado algo similar hacia ella en mucho mucho tempo, ese tiempo que tanto odiaba.

- no te estreses, Persefone, se lo que hay que hacer - diciendo esto coloco una mano sobre su blanco cabello sacudiendolo ligeramente al mismo tiempo que se incorporaba por completo

Dió unos pasos hacia adelante con la mirada en el firmamento llenandose de esa luz casi artificial y burlona que era la luna para que la viera, como retandola, diciendole con su mirada que ahi estaba, de pie...

- hemos estado bastantes dias lejos del Palacio, es hora de regresar y poner en marcha el plan -

Persefone mugio largamente agradecida mientras kibanja le acariciaba la cabeza, le gustaba ese gesto, no sabia por que pero le gustaba.

la pequeña espada observo en silencio mortuorio como la energia de la primera espada se encauzaba, se volvia mas serena y tomaba un patron de movimiento y sustancia mas calmado.
ahora ya no era una anomalia en kibanja, asi pues ella se sintio mas tranquila, cuando kojiro se acerco, y se puso a su altura, cojiendo su mano , la hizo mujir algo intrigada, ella sabia que el queria pedirle algo, pero no sabia el que...

cuando escucho las palabras de kojiro, persefone no entendio bien. si bien ella podia ver que el espada, estaba algo inestable ultimamente, lo cual preocupaba a persefone, pero pensaba que los demas tambien podian verlo, ya que no era consciente de que su vision era diferente al resto de arrancars.

Persefone asintio lentamente a kojiro con la cabeza, de forma afirmativa ante sus palabras, en silencio, un silencio que solo los mkas alegados a persefone, kojiro y kibanja, a la par de tenzou, que no estaba en esos momentos alli, podiane entender como una afirmacion solemne.

Entonces kibanja, en tono decidido , propuso volver a casa, y ejecutar un plan, persefone asintio con un mugidito, esperando ponerse en marcha, a la par que ambos.