Consecuencia de una batalla...

Yomi le dio la bienvenida formalmente y sonrío ante sus palabras.

-No te defraudaré. - dijo sonriente, viendo como la mujer de violetas cabellos desparecía con un shunpo tras despedirse de ellos. Y antes de poder dirijirse a la albina esta lo agarró del brazo y lo arrastró fuera de la sala alegando en su defensa que tenian que ir a celebrar su llegada a la décimo primera divisón.

Sonrío ampliamente, sonrisa que transmitia solo la décima parte de la felicidad que invadía su corazón. Nunca nadie había gastado él ni un solo minuto fuera de lo estrictamente necesario, nunca lo habían ayudado cuando realmente le era necesario, nadie se había molestado en entrenarlo como lo iba ha hacer la mujer frente a sus ojos y mucho menos nadie le había montado una fiesta al llegar a alguna división, siempre había estado solo y había aprendido a vivir con ello pero el tener verdaderos amigos le era mucho más gratificante de lo que habría imaginado jamás.

La suma de todos los ínfimos detalles que si bien pudieran parecer insignificantes a vista de otros, para él, aquello significaba mucho más de lo que nadie pudiera comprender nunca o quizá solo un corazón que haya sufrido lo mismo que el suyo podría entenderlo.

Le sonrío a la albina y se dejó arrastrar por ella, disfrutando de la compañía que ella le brindaba y dejandose llevar hasta donde habían quedado para beber y divertirse en un ambiente en el que él nunca creyó estar presente.

off: Mizumachi sale de escena.