Ficha Nigiyaka Okuba [en proceso]
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Ficha Nigiyaka Okuba [en proceso]
Nombre completo: Su verdadero nombre es Kevin Regnard, lo ha cambiado y responde al nombre de Nigiyaka Okuba
Sexo: Masculino
Edad: 736 años pero aparenta unos 30 años o menos.
Raza: Vizard
Descripción Física: Nigiyaka Okuba es caracterizado por su cabello de color gris, con tonalidad blanca, dando a confundir un poco su color. Su casi blanco cabello llega hasta la base de su cuello en la parte posterior mientras un copete tapa su inexistente ojo izquierdo en la anterior. Su hermosa piel pálida, casi blanca, junto a su cabello resaltan el magnífico y único ojo de el vizard. Un hermoso órgano con iris carmesí que brilla en las mas oscura noche, un ojo que desprender un misterioso y cínico esplendor. Está dotado de una considerable estatura, unos 177,5 centímetros que van acordes con su cuerpo tipo atlético, que, escondido en su traje, de las impresión de tener poca musculatura aunque la verdad todos sus músculos sean marcados. Viste usualmente una camisa morada con cuello ondulado junto a una corbata en volados purpura, unos pantalones holgados hasta abajo de las rodillas de color negro y unas botas cortas de color blanco con adornos morados y sin atar. En adición a esto lleva sobre su camisa un abrigo de color blanco que empieza desde abajo de los hombros. Lleva adherido al abrigo, en su parte izquierda, un pequeño bolso café. lleva consigo también un bastón negro con encajes en oro. Este bastón tiene un seguro en el lugar de los encajes, pues una espada yace dentro de este y para mayor protección el seguro evita de la espada salga de allí.
Utiliza también en ocasiones mas formales otro tipo de atuendo. Este consta de un abrigo corto de color negro a juego con un abrigo mas largo y unos pantalones también negros. El atuendo es acompañado con arreglos de color dorado, unas hombreras que llegan hasta su cuello y unas mangas de color blanco. Sino bastara con tan controversial atuendo Okuba carga a su vez una marioneta en su hombro izquierdo. Esta es de color azul, porta un vestido rosado con un moño del mismo color y gran cabello rubio, acompañado de un hermoso moño purpura. Dentro de esta muñeca está un alma modificada de nombre Emily, leal a Okuba.
Descripción Psicológica: La personalidad de Okuba es en definitiva distintiva y muy llamativa. Es algo payaso, juguetón e inquieto. Toma la mayoría de las cosas como bromas, demuestra poca seriedad ante las cosas sucedidas en su entorno y saca alguna que otra broma en cualquier conversación. Tiene hábitos poco comunes como salir de repente, hacer trucos de magia en cualquier lugar o algún tipo de espectáculo frente a cualquier persona. Sus salidas pueden ser tan si no es que más extravagantes o extrañas que sus entradas. También suele hablar de una forma graciosa y despreocupada, sin temor a insultar a los demás con sus comentarios humorísticos ni sus acciones desconcertantes. Sin embargo, bajo su disfraz de payaso es un personaje lleno de misterio, corroído por la culpa y el odio. Envuelto en varios por qué que no logra responder y sin una verdadera razón para vivir. Pocas veces puede llegar a mostrar aunque sea un mínimo rastro de esta extraña pero verdadera personalidad, pues es difícil traspasar la cubierta humorística y satírica que lo protege. Aunque en el pasado era alguien notoriamente mas serio, reservado y tradicional, la gente lo encuentra un tanto irritante.
Historia: Aunque recuerda muy poco de sus primeros 7 años de vida tiene una vaga idea de que lo ayudaron decidirse por su futura profesión. Llevaba una vida de clase casi rica en el rukongai, siendo hijo de un gran amigo de un noble. Le sorprendía su padre, un hombre puro de corazón que no merecía estar cerca de aquella gente, que para un pequeño niño no se diferenciaban de los ladrones. Siempre parecía feliz, y es porque lo era. Los ánimos que su padre le daba eran mas que suficiente para hacerlo feliz 100 vidas enteras, o eso creía él. Aunque su familia, constituida por 5 individuos, parecía feliz a simple vista, trapos muy sucios se lavaban en casa. Infeliz era el matrimonio que con constantes peleas, causadas casi siempre por la madre, atormentaban a los infantes. Estas peleas habían existido desde que el niño de peculiar cabellera tenía memoria, sin embargo nunca había llegado a pensar mal de su padre. Su madre era muchas veces un ser perverso y distante por lo que mantenía constante contacto con su tío, quien siempre jugaba con él. No le era ni a él ni a su hermana permitido salir, y aunque Okuba hacía caso omiso a esto frecuentemente pocas veces lo descubrían. A los escasos seis años Okuba tenía una casi cadavérica forma debido a los castigos implantados por su madre; forma escondida por las espesas ropas de seda. Dejaba siempre en un rincón tan costosas pertenencias y salía con harapos y pelo desaliñado a la calle, a los barrios bajos. Era casi irreconocible. Veía una especia de escape a su realidad en menos ostentosos lugares, aunque la gente en general le asustaba, podían llegar a ser muy malos. Había desarrollado durante esta extraña infancia una personalidad tímida que fue en crecida desde el ingreso a su colegio. Aunque sería normal que una institutriz o un profesor le enseñaran se estaba haciendo famosa la escuela en esta época, y su madre vió allí una oportunidad para conseguir mas fama y prestigio. Siendo buen estudiante fue rechazado por sus demás compañeros, algunos de mayor edad le hacía toda clase de crueles bromas. Las cicatrices causadas eran sólo invisibles por su blanca piel. Su piel color nieve. Su tío parecía ser el único que notaba esto, no porque su gran padre no se interesara en él, sino por que Nigiyaka lo ocultaba; no debía preocuparle. Su tío comenzó a enseñarle lucha, aunque este no era muy bueno en ella, le ayudó a conseguir habilidades en la calle. Su actitud empezó a cambiar. Sin embargo, aún era abusado. Una trágica tarde el vaso no aguanto mas, no se derramó: se quebró. Su madre parecía loca cuando llego, no tuvo tiempo ni de arreglar su cabello ni de ponerse sus ropas. Un charco carmesí se vislumbraba. Corrió hacia este para observar que se trataba de su tío tumbado sobre su hermana. Corrió a donde escuchó un grito, su padre tenía un cuchillo, al igual que otro hombre. Al parecer peleaban. La madre se reía del desdichado hombre que al parecer perecía ante el cuchillo del agresor, lastimosamente ese desdichado había ayudado a engendrarlo. Supo inmediatamente que había sido obra de su madre, la muy maldita había al fin mostrado sus verdaderas intenciones. Observó una afilada arma en el suelo, un segundo cuchillo. A juzgar por los dedos en el suelo y la herida en la mano izquierda de su padre, eran de él. Agarró aquella justicia materializada y clavó su amargo odio en la espalda de su madre, quien lo miro con desprecio. Sintió algo cálido, no era sólo sangre. Su pequeño bracillo había también entrado en el cuerpo de la madre, tenía miedo. Intentó sacarlo con desesperación mientras algo le golpeaba la cabeza. Cayó al suelo encima de su madre para observar el tenebroso objeto que lo había golpeado. Pudo al fin sacar su mano y echó a correr, esquivando la roja cabeza de su padre. Sintió algo cerca de su brazo, algo extraño. Algo que nunca antes había sentido. No le importaba. Si podía correr seguiría haciéndolo. Ya había salido de la casa mientras escucho unos gritos. Claro, la gente. La gente que una vez había odiado parecía en estos momentos salvarle la vida. Ya sabía que era lo que sentía en su brazo. Lo había sentido antes en menor medida en su dedo. Observó para notar que estaba en lo correcto. Vio a unos amigos bandidos que tenía y corrió hacia ellos, dejando una rojo camino detrás. Despertó con el brazo vendado en una cabaña derruida y sin casi nada en su interior, excepto polvos, insectos, y sueños abandonados. Algunos conocidos estaban allí, El joven que apenas sabía de la vida les agradeció. Descansó aprovechado la hospitalidad de los muchachos que, robando, procuraban traer lo necesario para su comodidad. Ya luego de una semana estaba en las calles contribuyendo a la hermandad que lo había adoptado. Al no tener dinero debía robar alguna comida del mercado, sin embargo, se dedicó al principió a averiguar lo que había sucedido en su casa. La versión dada al público había sido un intento de robo. El sospechoso había escapado. Se enteró también de su supuesta muerte; de la cual haría averiguaciones luego, con su pandilla. Con gran esfuerzo escapó del hombre al que le robó. Ese mismo día le contaron como se había desmayado antes de llegar a donde ellos, y como el hombre le había agarrado. Lo había conducido a un río con el fin de matarlo, lo tiro a las piedras aledañas cuando Zenichi con una poderosa patada lo salvó, el cuerpo de el hombre quedo inconsciente a merced de la naturaleza mientras Okuba fue llevado a la seguridad de la compañía humana. Creció con ellos aprendiendo habilidades con el cuchillo y los palos hasta un día en que encontró por un solitario camino un hombre de rostro conocido. El muy canalla soltó una carcajada mientras desenvainaba su espada. Okuba encontró cerca de si un palo, no sólo con motivo de defensa, sino de venganza lo empuñó. Cegado por la multitud de emociones que hacían hervir su sangre y segregar adrenalina, avanzó con paso rápido y decidido hacia la persona que, de cierta forma, lo condujo a una mejor vida. En el momento en el que ambas armas chocaron, el tiempo se detuvo. Parecía como si aquel mohoso y débil pedazo de madera pudiera igualar el gran acero de la espada. Lastimosamente la espada, como si fuese un poderoso dios, atravesó como si nada, no sólo la madera sino el cuerpo del chico. Calor de nuevo, además de debilidad. Cayó de rodillas mientras observaba con ojos vacíos al sujeto. Este tenía que ser definitivamente el fin, no había mas, no había... El suelo levantó polvo con su caída a la vez que la sangre se esparcía por la tierra. pero esto no debía suceder, debía sobrevivir. la espada se acercaba, con la punta fija a su corazón. Una estocada que acabaría con él. Debía intentar algo, debía pararlo. Agarró con su mano izquierda la espada, un fino corte se produjo. Había perdido mucha sangre, cerró los ojos segundos después de ver como el mango se separaba del acero. Había sido uno de esos justicieros con kimono negro, escuchó decir a la enfermera. Al parecer había cortado la espada del otro sujeto y lo había arrestado. Un teniente, dijeron que era. Descansó un rato y ya, con mas ánimos se acerco al hombre que salvo su vida, no con motivo de agradecerle, aunque lo haya echo, sino con intriga; no es normal que salven a alguien en una zona casi desértica. El hombre le contó que, al parecer, este había soltado una cantidad de reiatsu considerable que lo había atraído al lugar. El hombre siguió con unas explicaciones acerca de la misión que hacia a los alrededores de la aldea, a las que Nigiyaka ignoró. Pidió disculpas y regreso a su cama, donde durmió. Luego de una larga meditación decidió entrar a la academia shinigami(se desconocen detalles de como consiguió su zampakuto, sin embargo se sabe que la hoja de el arma con la que fue atacado fue robada). Se destacó desde temprano gracias a las habilidades físicas obtenidas anteriormente y por su edad bajo el promedio. Allí en la academia conoció mas acerca de la sociedad de almas y del rango de la persona a la que le debía la vida. Parecía ser un ser muy poderoso, candidato a ser capitán. Esto le sorprendió, pues se suponía que los capitanes tenían un reiatsu que haría inclinar a casi cualquier alma en el seretei. Debió ser que había hecho algo para ocultarlo. Un bakudo que ensañaban en un curso superior, según los rumores, el capaz de realizar esto. Era un chico tímido por lo que apenas tenía amigos, en las clases teóricas usualmente anotaba todo y, por las tardes, repasaba. En las clases prácticas esperaba el momento en el que la mayoría y lo hubieran hecho y se distrajeran con otras cosas, así nadie lo miraría. Se daba cuenta que no era mu bueno con los Bakudo por lo que practicaba a la luz de la luna, adentro en el bosque. No salía mucho de la academia así que no conocía como lo trataría la vida ya en su pubertad, no como un niño. No había visto tampoco, ni una sola vez, un hollow. Era un persona sin experiencia en el mundo de los shinigamis. Ya casi a la mitad del curso en la academia era uno de los mejores estudiantes de su clase, una excursión fue organizada: Sería, palabras mas palabras menos, una matanza de hollows. Equipos de cinco individuos debían destruir a un hollow en el seretei. Debían, claro esta, encontrarlo primero. Iría cada uno con un profesor. Cinco hombres eran los que pertenecían al escuadrón, una mujer la profesora(Gang Bang). No les fue difícil, fueron a un sector pobre, donde la presencia de hollows no era nada de extrañar. Parecía su día de suerte, dos hollows. Okuba y otro hombre se encargarían de uno, el resto del otro. Con dos kidos por parte de los alumno la mascara del primero se desvaneció den ninguna dificultad. Los otros cortaron al hollow en múltiples lugares, ninguno en la mascara. Okuba puso una expresión muy seria, el monstruo parecía sufrir; deberían acabar con el rápido, acerco su mano al mango pero fue golpeado por detrás. Otros dos hollows habían aparecido, el reiatsu los había traído allí. Okuba se puso en guardia, alertó a su compañero; inútilmente pues los aullidos ya habían delatado a los invitados. Corrió hacia aquel verde ser y salto, cerró los ojos en un acto desesperado y blandió la espada. Afortunadamente para él, ya no había anda delante cuando los abrió. Se giró a la izquierda y vio a su compañero combatiendo con otro, atrás los tres se enfrentaban a otra criatura y la profesora, mostrando sus habilidades, luchaba contra dos al mismo tiempo. Esto se iba a poner peor, lo sabía. Se dispuso a subir, con ayuda de su reiatsu, a un lugar elevado en el cielo. Tal vez habrían grupos cerca; ninguno. Otro mas, en el aire, casi le ataca. esquivó por poco y se preparó para el combate. Iba a recitar algunas palabras cuando observó que su enemigo había desaparecido, una nube de humo empezaba a envolverlo. Confundido y asustado blandió su espada una y otra vez hacia el invisible enemigo que se encontraba delante de él. Una voz familiar lo sorprendió mientras el humo se iba rápidamente. Aquel oportuno teniente, con bata blanca, los había salvado de nuevo. Se llevo una sorpresa al conocer el significado de tal kimono llamado haori. Tal parecía que aquel hombre era ya un capitán. Al volver a la academia
Zampakutoh: Kururu Takashiro
Descripción física de la Zampakutoh:
Sellada: La espada está escondido dentro de un bastón de color negro ancho en el mango y delgado en la punta, con un mango ondulado y en un forma casi rectangular hasta el lugar en donde se encuentran unos hermosos encajes dorados que separan la empuñadura de la vaina. Su guarda es inexistente y un seguro de oro es lo único que une la empuñadura y la vaina. El lomo, el filo y la punta son de medidas normales.
Sellada: Su mundo interior cuando la espada está en forma sellada es en el interior de un gran cohete.
Shikai:
*Comando de Activación: "Enfriate y congela los cielos Takashiro"
Al ser una zampakoutoh de elemento hielo esta tiene una habilidad pasiva, no considerada como técnica. Esta consiste en congelar todo lo que sea tocado por su filo, el rango de congelamiento es de 1 centímetro al rededor de el corte(incluido hacia el interior del cuerpo). Además de esto la zampakoutoh congelará su entorno dependiendo del reiatsu emitido por su controlador, es decir, el rango y la temperatura dependerá de cuanto reiatsu desprenda Okuba. Dando una pequeña escala, emitiendo el mínimo reiatsu posible la temperatura bajara a 15 grados un metro al rededor de este; emitiendo el máximo posible(sin usar su bankai) será al rededor de unos 325 metros de diámetro y la temperatura bajará a -15 grados.
*Técnicas:
アイシー道路Aishī dōro: Consiste en que okuba podrá crear capas de hielo en cualquier lugar, como una cueva, una pared, el mismo, un enemigo cercano e incluso el aire (Son afectados por la gravedad, así que en el caso de que sea creado en el aire caerá rápidamente al suelo). Estas capas de hielo tienen un máximo de 100 centímetros de grosor y 10 metros de diámetro( es decir un circulo de 20 metros de radio en su máxima capacidad). Puede crearlo de la forma que desee con la condición de que las medidas no sobrepasen las anteriormente mencionadas. En adición, puede no sólo crear una capa sino varias. Siempre presenta la condición de que todas las medidas en total no sobrepasen la máxima. Como ejemplo, Okuba puede crear dos Katanas de hielo fácilmente pues estas no superan el metro de longitud ni los 20 centímetros de grosor.
貧乏人Binbōnin: Una temeraria técnica de Okuba un tanto mas complicada que las anteriores, debido a sus destructivos poderes. Esta técnica consiste en una especie de bomba de hielo, que al explotar entierra picos de hielo de 20 centímetros al animal o persona al que se le hayan puestos( al único ser vivo al que no se le puede poner es a él mismo. Sin embargo, hay ciertas condiciones para esta técnica. La primera es que deberá tocar a la persona para plantarla, allí será donde estará la bomba, además tendrá que decir la palabra "bomba" al hacerlo. La bomba es imperceptible a los ojos de cualquiera y, aparte de esto, es imposible saber que está allí hasta el momento. Sin embargo, en este estado, la bomba nunca explotará. Para activar por completo la habilidad Okuba tendrá que explicarle a su o sus victimas la habilidad. Tendrá que decirles no sólo como ha puesto en sus cuerpos el dispositivo sino también la debilidad de la técnica. Cuando ya allá dicho la explicación la bomba será visible y será imposible de quitar a menos de que la víctima toque a Okuba y, en el lapso de tiempo que lo esté tocando diga "He atrapado al bombardero", de lo contrario, en 3 posts será detonada. Hay otra forma de quitar la bomba, sin embargo, está no tiene que ser dicha. Esta forma es liberando su bankai (el de Okuba) y diciendo "Liberación" La bomba se despegará del sujeto.
極性のバーストkyokusei no bāsuto : Esta, la última técnica de su shikai, consiste básicamente en la creación de cristales de hielo, estos tienen unos 25 centímetros de largo y en su centro, el lugar con mayor grosor, constan de 8 centímetros. Estos fríos proyectiles pueden aparecer ya sea de la espada de Okuba o de su Aishi doro. Estos cristales tienen la extraña propiedad de perseguir el reiatsu escogido por su lanzador, Okuba. Es decir que persiguen a una persona determinada siempre y cuando tenga por lo menos un poco de reiatsu(teniendo en cuenta que nadie que lo posea tiene la capacidad de esconderlo, a menos de que sea su habilidad especial) Los cristales tendrán este efecto de misiles rastreadores por un post después de su lanzamiento. Aparte de esto Okuba puede elegir dos tipos de lanzamientos, el primero sería que los cristales se crearán inmóviles y, una vez que terminen de crearse, saldrán disparados. La otra forma será que se irán creando en el aire, mientras persiguen a su objetivo. Teniendo en cuenta que el tiempo de creación de los cristales es de apenas segundos no se necesitará un post completo para crearlas, sólo se mencionarán en parte de este.
Bankai: Al liberar su bankai una gran capa de hielo se crea y encierra todo a su paso, alrededor de 100 metros de diámetro (siendo medio círculo serán 100 metros de alto y 200 de largo y ancho, debajo de la tierra no se creará ningún hielo). Si Okuba se encuentra dentro de un ambiente cerrado la capa cubrirá esta misma, sin respeto a los parámetros anteriormente mencionados. La capa tiene además 10 metros de grosor combinados con reiatsu, el cual le ayuda a ser mas resistente. Esta capa además tiene un efecto pasivo muy parecido a la primera habilidad de su shikai, Ashi Doro. Siendo capaz de crear objetos de incluso tamaño humano a voluntad de su invocador.
*Comando de Activación: Enfríate y sube a lo mas alto. Congela los cielos y haz que pueda caminar sobre ellos, Kururu Takashiro.
*Técnicas: (Al igual que en las técnicas del Shikai, colocar 3 técnicas de la más "débil" a la más "fuerte").
Máscara: (Describir de manera escrita la forma física de está como en lo posible colocar una imagen en spoiler).
Sexo: Masculino
Edad: 736 años pero aparenta unos 30 años o menos.
Raza: Vizard
Descripción Física: Nigiyaka Okuba es caracterizado por su cabello de color gris, con tonalidad blanca, dando a confundir un poco su color. Su casi blanco cabello llega hasta la base de su cuello en la parte posterior mientras un copete tapa su inexistente ojo izquierdo en la anterior. Su hermosa piel pálida, casi blanca, junto a su cabello resaltan el magnífico y único ojo de el vizard. Un hermoso órgano con iris carmesí que brilla en las mas oscura noche, un ojo que desprender un misterioso y cínico esplendor. Está dotado de una considerable estatura, unos 177,5 centímetros que van acordes con su cuerpo tipo atlético, que, escondido en su traje, de las impresión de tener poca musculatura aunque la verdad todos sus músculos sean marcados. Viste usualmente una camisa morada con cuello ondulado junto a una corbata en volados purpura, unos pantalones holgados hasta abajo de las rodillas de color negro y unas botas cortas de color blanco con adornos morados y sin atar. En adición a esto lleva sobre su camisa un abrigo de color blanco que empieza desde abajo de los hombros. Lleva adherido al abrigo, en su parte izquierda, un pequeño bolso café. lleva consigo también un bastón negro con encajes en oro. Este bastón tiene un seguro en el lugar de los encajes, pues una espada yace dentro de este y para mayor protección el seguro evita de la espada salga de allí.
Utiliza también en ocasiones mas formales otro tipo de atuendo. Este consta de un abrigo corto de color negro a juego con un abrigo mas largo y unos pantalones también negros. El atuendo es acompañado con arreglos de color dorado, unas hombreras que llegan hasta su cuello y unas mangas de color blanco. Sino bastara con tan controversial atuendo Okuba carga a su vez una marioneta en su hombro izquierdo. Esta es de color azul, porta un vestido rosado con un moño del mismo color y gran cabello rubio, acompañado de un hermoso moño purpura. Dentro de esta muñeca está un alma modificada de nombre Emily, leal a Okuba.
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Descripción Psicológica: La personalidad de Okuba es en definitiva distintiva y muy llamativa. Es algo payaso, juguetón e inquieto. Toma la mayoría de las cosas como bromas, demuestra poca seriedad ante las cosas sucedidas en su entorno y saca alguna que otra broma en cualquier conversación. Tiene hábitos poco comunes como salir de repente, hacer trucos de magia en cualquier lugar o algún tipo de espectáculo frente a cualquier persona. Sus salidas pueden ser tan si no es que más extravagantes o extrañas que sus entradas. También suele hablar de una forma graciosa y despreocupada, sin temor a insultar a los demás con sus comentarios humorísticos ni sus acciones desconcertantes. Sin embargo, bajo su disfraz de payaso es un personaje lleno de misterio, corroído por la culpa y el odio. Envuelto en varios por qué que no logra responder y sin una verdadera razón para vivir. Pocas veces puede llegar a mostrar aunque sea un mínimo rastro de esta extraña pero verdadera personalidad, pues es difícil traspasar la cubierta humorística y satírica que lo protege. Aunque en el pasado era alguien notoriamente mas serio, reservado y tradicional, la gente lo encuentra un tanto irritante.
Historia: Aunque recuerda muy poco de sus primeros 7 años de vida tiene una vaga idea de que lo ayudaron decidirse por su futura profesión. Llevaba una vida de clase casi rica en el rukongai, siendo hijo de un gran amigo de un noble. Le sorprendía su padre, un hombre puro de corazón que no merecía estar cerca de aquella gente, que para un pequeño niño no se diferenciaban de los ladrones. Siempre parecía feliz, y es porque lo era. Los ánimos que su padre le daba eran mas que suficiente para hacerlo feliz 100 vidas enteras, o eso creía él. Aunque su familia, constituida por 5 individuos, parecía feliz a simple vista, trapos muy sucios se lavaban en casa. Infeliz era el matrimonio que con constantes peleas, causadas casi siempre por la madre, atormentaban a los infantes. Estas peleas habían existido desde que el niño de peculiar cabellera tenía memoria, sin embargo nunca había llegado a pensar mal de su padre. Su madre era muchas veces un ser perverso y distante por lo que mantenía constante contacto con su tío, quien siempre jugaba con él. No le era ni a él ni a su hermana permitido salir, y aunque Okuba hacía caso omiso a esto frecuentemente pocas veces lo descubrían. A los escasos seis años Okuba tenía una casi cadavérica forma debido a los castigos implantados por su madre; forma escondida por las espesas ropas de seda. Dejaba siempre en un rincón tan costosas pertenencias y salía con harapos y pelo desaliñado a la calle, a los barrios bajos. Era casi irreconocible. Veía una especia de escape a su realidad en menos ostentosos lugares, aunque la gente en general le asustaba, podían llegar a ser muy malos. Había desarrollado durante esta extraña infancia una personalidad tímida que fue en crecida desde el ingreso a su colegio. Aunque sería normal que una institutriz o un profesor le enseñaran se estaba haciendo famosa la escuela en esta época, y su madre vió allí una oportunidad para conseguir mas fama y prestigio. Siendo buen estudiante fue rechazado por sus demás compañeros, algunos de mayor edad le hacía toda clase de crueles bromas. Las cicatrices causadas eran sólo invisibles por su blanca piel. Su piel color nieve. Su tío parecía ser el único que notaba esto, no porque su gran padre no se interesara en él, sino por que Nigiyaka lo ocultaba; no debía preocuparle. Su tío comenzó a enseñarle lucha, aunque este no era muy bueno en ella, le ayudó a conseguir habilidades en la calle. Su actitud empezó a cambiar. Sin embargo, aún era abusado. Una trágica tarde el vaso no aguanto mas, no se derramó: se quebró. Su madre parecía loca cuando llego, no tuvo tiempo ni de arreglar su cabello ni de ponerse sus ropas. Un charco carmesí se vislumbraba. Corrió hacia este para observar que se trataba de su tío tumbado sobre su hermana. Corrió a donde escuchó un grito, su padre tenía un cuchillo, al igual que otro hombre. Al parecer peleaban. La madre se reía del desdichado hombre que al parecer perecía ante el cuchillo del agresor, lastimosamente ese desdichado había ayudado a engendrarlo. Supo inmediatamente que había sido obra de su madre, la muy maldita había al fin mostrado sus verdaderas intenciones. Observó una afilada arma en el suelo, un segundo cuchillo. A juzgar por los dedos en el suelo y la herida en la mano izquierda de su padre, eran de él. Agarró aquella justicia materializada y clavó su amargo odio en la espalda de su madre, quien lo miro con desprecio. Sintió algo cálido, no era sólo sangre. Su pequeño bracillo había también entrado en el cuerpo de la madre, tenía miedo. Intentó sacarlo con desesperación mientras algo le golpeaba la cabeza. Cayó al suelo encima de su madre para observar el tenebroso objeto que lo había golpeado. Pudo al fin sacar su mano y echó a correr, esquivando la roja cabeza de su padre. Sintió algo cerca de su brazo, algo extraño. Algo que nunca antes había sentido. No le importaba. Si podía correr seguiría haciéndolo. Ya había salido de la casa mientras escucho unos gritos. Claro, la gente. La gente que una vez había odiado parecía en estos momentos salvarle la vida. Ya sabía que era lo que sentía en su brazo. Lo había sentido antes en menor medida en su dedo. Observó para notar que estaba en lo correcto. Vio a unos amigos bandidos que tenía y corrió hacia ellos, dejando una rojo camino detrás. Despertó con el brazo vendado en una cabaña derruida y sin casi nada en su interior, excepto polvos, insectos, y sueños abandonados. Algunos conocidos estaban allí, El joven que apenas sabía de la vida les agradeció. Descansó aprovechado la hospitalidad de los muchachos que, robando, procuraban traer lo necesario para su comodidad. Ya luego de una semana estaba en las calles contribuyendo a la hermandad que lo había adoptado. Al no tener dinero debía robar alguna comida del mercado, sin embargo, se dedicó al principió a averiguar lo que había sucedido en su casa. La versión dada al público había sido un intento de robo. El sospechoso había escapado. Se enteró también de su supuesta muerte; de la cual haría averiguaciones luego, con su pandilla. Con gran esfuerzo escapó del hombre al que le robó. Ese mismo día le contaron como se había desmayado antes de llegar a donde ellos, y como el hombre le había agarrado. Lo había conducido a un río con el fin de matarlo, lo tiro a las piedras aledañas cuando Zenichi con una poderosa patada lo salvó, el cuerpo de el hombre quedo inconsciente a merced de la naturaleza mientras Okuba fue llevado a la seguridad de la compañía humana. Creció con ellos aprendiendo habilidades con el cuchillo y los palos hasta un día en que encontró por un solitario camino un hombre de rostro conocido. El muy canalla soltó una carcajada mientras desenvainaba su espada. Okuba encontró cerca de si un palo, no sólo con motivo de defensa, sino de venganza lo empuñó. Cegado por la multitud de emociones que hacían hervir su sangre y segregar adrenalina, avanzó con paso rápido y decidido hacia la persona que, de cierta forma, lo condujo a una mejor vida. En el momento en el que ambas armas chocaron, el tiempo se detuvo. Parecía como si aquel mohoso y débil pedazo de madera pudiera igualar el gran acero de la espada. Lastimosamente la espada, como si fuese un poderoso dios, atravesó como si nada, no sólo la madera sino el cuerpo del chico. Calor de nuevo, además de debilidad. Cayó de rodillas mientras observaba con ojos vacíos al sujeto. Este tenía que ser definitivamente el fin, no había mas, no había... El suelo levantó polvo con su caída a la vez que la sangre se esparcía por la tierra. pero esto no debía suceder, debía sobrevivir. la espada se acercaba, con la punta fija a su corazón. Una estocada que acabaría con él. Debía intentar algo, debía pararlo. Agarró con su mano izquierda la espada, un fino corte se produjo. Había perdido mucha sangre, cerró los ojos segundos después de ver como el mango se separaba del acero. Había sido uno de esos justicieros con kimono negro, escuchó decir a la enfermera. Al parecer había cortado la espada del otro sujeto y lo había arrestado. Un teniente, dijeron que era. Descansó un rato y ya, con mas ánimos se acerco al hombre que salvo su vida, no con motivo de agradecerle, aunque lo haya echo, sino con intriga; no es normal que salven a alguien en una zona casi desértica. El hombre le contó que, al parecer, este había soltado una cantidad de reiatsu considerable que lo había atraído al lugar. El hombre siguió con unas explicaciones acerca de la misión que hacia a los alrededores de la aldea, a las que Nigiyaka ignoró. Pidió disculpas y regreso a su cama, donde durmió. Luego de una larga meditación decidió entrar a la academia shinigami(se desconocen detalles de como consiguió su zampakuto, sin embargo se sabe que la hoja de el arma con la que fue atacado fue robada). Se destacó desde temprano gracias a las habilidades físicas obtenidas anteriormente y por su edad bajo el promedio. Allí en la academia conoció mas acerca de la sociedad de almas y del rango de la persona a la que le debía la vida. Parecía ser un ser muy poderoso, candidato a ser capitán. Esto le sorprendió, pues se suponía que los capitanes tenían un reiatsu que haría inclinar a casi cualquier alma en el seretei. Debió ser que había hecho algo para ocultarlo. Un bakudo que ensañaban en un curso superior, según los rumores, el capaz de realizar esto. Era un chico tímido por lo que apenas tenía amigos, en las clases teóricas usualmente anotaba todo y, por las tardes, repasaba. En las clases prácticas esperaba el momento en el que la mayoría y lo hubieran hecho y se distrajeran con otras cosas, así nadie lo miraría. Se daba cuenta que no era mu bueno con los Bakudo por lo que practicaba a la luz de la luna, adentro en el bosque. No salía mucho de la academia así que no conocía como lo trataría la vida ya en su pubertad, no como un niño. No había visto tampoco, ni una sola vez, un hollow. Era un persona sin experiencia en el mundo de los shinigamis. Ya casi a la mitad del curso en la academia era uno de los mejores estudiantes de su clase, una excursión fue organizada: Sería, palabras mas palabras menos, una matanza de hollows. Equipos de cinco individuos debían destruir a un hollow en el seretei. Debían, claro esta, encontrarlo primero. Iría cada uno con un profesor. Cinco hombres eran los que pertenecían al escuadrón, una mujer la profesora(Gang Bang). No les fue difícil, fueron a un sector pobre, donde la presencia de hollows no era nada de extrañar. Parecía su día de suerte, dos hollows. Okuba y otro hombre se encargarían de uno, el resto del otro. Con dos kidos por parte de los alumno la mascara del primero se desvaneció den ninguna dificultad. Los otros cortaron al hollow en múltiples lugares, ninguno en la mascara. Okuba puso una expresión muy seria, el monstruo parecía sufrir; deberían acabar con el rápido, acerco su mano al mango pero fue golpeado por detrás. Otros dos hollows habían aparecido, el reiatsu los había traído allí. Okuba se puso en guardia, alertó a su compañero; inútilmente pues los aullidos ya habían delatado a los invitados. Corrió hacia aquel verde ser y salto, cerró los ojos en un acto desesperado y blandió la espada. Afortunadamente para él, ya no había anda delante cuando los abrió. Se giró a la izquierda y vio a su compañero combatiendo con otro, atrás los tres se enfrentaban a otra criatura y la profesora, mostrando sus habilidades, luchaba contra dos al mismo tiempo. Esto se iba a poner peor, lo sabía. Se dispuso a subir, con ayuda de su reiatsu, a un lugar elevado en el cielo. Tal vez habrían grupos cerca; ninguno. Otro mas, en el aire, casi le ataca. esquivó por poco y se preparó para el combate. Iba a recitar algunas palabras cuando observó que su enemigo había desaparecido, una nube de humo empezaba a envolverlo. Confundido y asustado blandió su espada una y otra vez hacia el invisible enemigo que se encontraba delante de él. Una voz familiar lo sorprendió mientras el humo se iba rápidamente. Aquel oportuno teniente, con bata blanca, los había salvado de nuevo. Se llevo una sorpresa al conocer el significado de tal kimono llamado haori. Tal parecía que aquel hombre era ya un capitán. Al volver a la academia
Zampakutoh: Kururu Takashiro
Descripción física de la Zampakutoh:
Sellada: La espada está escondido dentro de un bastón de color negro ancho en el mango y delgado en la punta, con un mango ondulado y en un forma casi rectangular hasta el lugar en donde se encuentran unos hermosos encajes dorados que separan la empuñadura de la vaina. Su guarda es inexistente y un seguro de oro es lo único que une la empuñadura y la vaina. El lomo, el filo y la punta son de medidas normales.
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Sellada: Su mundo interior cuando la espada está en forma sellada es en el interior de un gran cohete.
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Shikai:
*Comando de Activación: "Enfriate y congela los cielos Takashiro"
Al ser una zampakoutoh de elemento hielo esta tiene una habilidad pasiva, no considerada como técnica. Esta consiste en congelar todo lo que sea tocado por su filo, el rango de congelamiento es de 1 centímetro al rededor de el corte(incluido hacia el interior del cuerpo). Además de esto la zampakoutoh congelará su entorno dependiendo del reiatsu emitido por su controlador, es decir, el rango y la temperatura dependerá de cuanto reiatsu desprenda Okuba. Dando una pequeña escala, emitiendo el mínimo reiatsu posible la temperatura bajara a 15 grados un metro al rededor de este; emitiendo el máximo posible(sin usar su bankai) será al rededor de unos 325 metros de diámetro y la temperatura bajará a -15 grados.
*Técnicas:
アイシー道路Aishī dōro: Consiste en que okuba podrá crear capas de hielo en cualquier lugar, como una cueva, una pared, el mismo, un enemigo cercano e incluso el aire (Son afectados por la gravedad, así que en el caso de que sea creado en el aire caerá rápidamente al suelo). Estas capas de hielo tienen un máximo de 100 centímetros de grosor y 10 metros de diámetro( es decir un circulo de 20 metros de radio en su máxima capacidad). Puede crearlo de la forma que desee con la condición de que las medidas no sobrepasen las anteriormente mencionadas. En adición, puede no sólo crear una capa sino varias. Siempre presenta la condición de que todas las medidas en total no sobrepasen la máxima. Como ejemplo, Okuba puede crear dos Katanas de hielo fácilmente pues estas no superan el metro de longitud ni los 20 centímetros de grosor.
貧乏人Binbōnin: Una temeraria técnica de Okuba un tanto mas complicada que las anteriores, debido a sus destructivos poderes. Esta técnica consiste en una especie de bomba de hielo, que al explotar entierra picos de hielo de 20 centímetros al animal o persona al que se le hayan puestos( al único ser vivo al que no se le puede poner es a él mismo. Sin embargo, hay ciertas condiciones para esta técnica. La primera es que deberá tocar a la persona para plantarla, allí será donde estará la bomba, además tendrá que decir la palabra "bomba" al hacerlo. La bomba es imperceptible a los ojos de cualquiera y, aparte de esto, es imposible saber que está allí hasta el momento. Sin embargo, en este estado, la bomba nunca explotará. Para activar por completo la habilidad Okuba tendrá que explicarle a su o sus victimas la habilidad. Tendrá que decirles no sólo como ha puesto en sus cuerpos el dispositivo sino también la debilidad de la técnica. Cuando ya allá dicho la explicación la bomba será visible y será imposible de quitar a menos de que la víctima toque a Okuba y, en el lapso de tiempo que lo esté tocando diga "He atrapado al bombardero", de lo contrario, en 3 posts será detonada. Hay otra forma de quitar la bomba, sin embargo, está no tiene que ser dicha. Esta forma es liberando su bankai (el de Okuba) y diciendo "Liberación" La bomba se despegará del sujeto.
極性のバーストkyokusei no bāsuto : Esta, la última técnica de su shikai, consiste básicamente en la creación de cristales de hielo, estos tienen unos 25 centímetros de largo y en su centro, el lugar con mayor grosor, constan de 8 centímetros. Estos fríos proyectiles pueden aparecer ya sea de la espada de Okuba o de su Aishi doro. Estos cristales tienen la extraña propiedad de perseguir el reiatsu escogido por su lanzador, Okuba. Es decir que persiguen a una persona determinada siempre y cuando tenga por lo menos un poco de reiatsu(teniendo en cuenta que nadie que lo posea tiene la capacidad de esconderlo, a menos de que sea su habilidad especial) Los cristales tendrán este efecto de misiles rastreadores por un post después de su lanzamiento. Aparte de esto Okuba puede elegir dos tipos de lanzamientos, el primero sería que los cristales se crearán inmóviles y, una vez que terminen de crearse, saldrán disparados. La otra forma será que se irán creando en el aire, mientras persiguen a su objetivo. Teniendo en cuenta que el tiempo de creación de los cristales es de apenas segundos no se necesitará un post completo para crearlas, sólo se mencionarán en parte de este.
Bankai: Al liberar su bankai una gran capa de hielo se crea y encierra todo a su paso, alrededor de 100 metros de diámetro (siendo medio círculo serán 100 metros de alto y 200 de largo y ancho, debajo de la tierra no se creará ningún hielo). Si Okuba se encuentra dentro de un ambiente cerrado la capa cubrirá esta misma, sin respeto a los parámetros anteriormente mencionados. La capa tiene además 10 metros de grosor combinados con reiatsu, el cual le ayuda a ser mas resistente. Esta capa además tiene un efecto pasivo muy parecido a la primera habilidad de su shikai, Ashi Doro. Siendo capaz de crear objetos de incluso tamaño humano a voluntad de su invocador.
*Comando de Activación: Enfríate y sube a lo mas alto. Congela los cielos y haz que pueda caminar sobre ellos, Kururu Takashiro.
*Técnicas: (Al igual que en las técnicas del Shikai, colocar 3 técnicas de la más "débil" a la más "fuerte").
Máscara: (Describir de manera escrita la forma física de está como en lo posible colocar una imagen en spoiler).
Nigiyaka Okuba- Mensajes : 4
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