Encuentro peculiar...[Privado-Persefone]

Ninguna respuesta se había obtenido, aunque el lugar pareciera desierto, la verdad era que estaba lejos de eso pase la vista por alrededor unos segundos, sin ningún ruido más de los que ya estaban, mis ojos terminaron por posarse de nuevo en los juegos de aquel parque, los columpios meciendose pero pareciera que uno accababa de ser cupado, la verdad que ningún niño había estado cerca cuando pase.

Tras uno de los tobaganes una pequeña y blancuzca cabecita parecía sobresalir, practicamente haberse escondido ahi momentos antes y ahora apenas podía distinguri algunos rasgos desde la distancia en la que estaba, la presencia y esa sensación que había tenido antes, venían de ese sitio, debía ser por el ser que se encontraba detrás.

¿Quien eres?...

Comence a acercarme al lugar aunque con precaución, también no querría que fuera a salir corriendo. Había en ella algo familiar, esa sensación tan fuerte pero que bien pareciera tan puro, tenía cierto toque...diferente algo que con sencillas palabras no se podía explicar, pero que parecía complementarse.

Mientras Rangiku se acercaba hacia aquella presencia, pudo verla con más claridad aquellos detalles que momentos atrás había pasado por alto, de apariencia fantasmal, una pequeña niña salió completamente detrás del tobogán, flotaba a poca distancia del suelo mientras que llevaba puesto un gorro ya por demás conocido, ese era de Urahara... y ella era un Arrancar.

Abriendo más los ojos mientras la veía por completo, su pie derecho mostraba una especie de tatuaje que contrastaba con su blanca piel, el número tres dibujado en ella, solamente podía indicar que era la tercera espada, no había más, pero simplemente no podía apartar la vista de ella, su nula expresión y la ausencia de ojos le daban un aspecto lúgubre y a la vez de ternura... de apariencia tan frágil.

¿Que haces aquí?

Seguramente ella debía ser el Arrancar de la que había oido momentos atrás con Urahara, si bien no la había descrito, el hecho de que llevará aquel gorro era una señal, además de que se mostrará tan... tranquila por el momento. A pocoa distancia permanecía de ella, podía verla completamente y saber que había sido la causante de aquella presencia, no sabía que respondería, pero tampoco era de poder fiarme de un Arrancar, menos de una tercera espada, tan extraño que aún no la hubiesen detectado.